En el marco de las actividades por el ‘Día Mundial del Medio Ambiente’, que se celebra hoy, el Instituto Nacional de Salud del Niño (INSN) de Breña indicó que este material reciclable permite ayudar a veintisiete familias de diferentes partes del país con insumos complementarios en el tratamiento de los menores con Epidermólisis Bullosa, enfermedad conocida como ‘piel de mariposa’.
La Epidermólisis Bullosa es una enfermedad de tipo genética, de las denominadas raras o huérfanas. No es contagiosa ni infecciosa, tampoco afecta el rendimiento intelectual, pero sí al área psicológica. Por ello, los niños reciben atención dermatológica, asesoría nutricional, consulta odontológica, manejo de contracturas y fisioterapia, asistencia psicológica y asesoría social.
Los pequeños que sufren esta enfermedad genética tienen su piel frágil como un cristal y son tan sensibles que incluso afecta las membranas mucosas. Ellos requieren en forma constante y durante toda su vida una atención especializada para evitar infecciones, tener mejores condiciones de vida y disminuir en lo posible su dolor que se genera a causa de roces, o en forma espontánea.
Desde hace cinco años, el INSN se convirtió en la primera institución ecológica del sector, con el lema “Dona una tapita, destapa una sonrisa”, ya que decidió convertir este material plástico en desuso en algo útil para los niños, cuyos objetivos son: apoyar a las familias, colaborar con el medio ambiente y generar una cultura responsable en el cuidado del planeta.
Rosario Torres, coordinadora del programa, señaló que se espera llegar a recolectar 3 mil kilos mensuales, con el objetivo de ayudar a estos niños que, pese al dolor que les causa la fragilidad de su piel, nunca dejan de sonreír gracias a la solidaridad de las personas.